El laminador de la
Real Casa de Moneda de Segovia entrará próximamente en funcionamiento tal como hace cuatro siglos lo hacía el ingenio original. Gracias a una rueda hidráulica de 3,75 metros, donada por la
Fundación Juanelo Turriano, prescindirá del motor eléctrico que hoy lo pone en movimiento para hacerlo con la fuerza del agua del agua del río Eresma.